L’arepa venezuelana: mais dire mais

La arepa venezolana

(juego de palabras con el vocablo “maíz”)


Este artículo publicado en el blog OLTREIMURI.BLOG, surgió como una deferencia por parte de Maurizio Di Gregorio, amigo y uno de sus redactores para que yo contara una pequeña historia sobre mi padre.


¿Por qué un artículo que tiene que ver con Venezuela? Porque estamos relacionados con el mundo, no sólo con nuestro territorio sino con nuestra nación, nuestro occidente.

Clementina Caballero Pereira, en su estadía en Chiaramonte, se animó a contarnos una curiosa historia sobre su familia y esa tierra lejana y como nuestro blog tiene amplitud de criterio estamos encantados de publicarlo.


De Clementina Caballero Pereira

No es fácil escribir sobre el propio padre, pero después de ver el vídeo proyectado en una pantalla gigante en el Times Square de Nueva York, me sentí motivada a contarles la historia de mi papá a ustedes, los habitantes de Chiaramonte. He estado allí un par de veces y para mi esa pequeña ciudad no solo significa un viaje para descubrir Sicilia, sino también un reencuentro con mis queridísimos amigos que viven allí.

¿Por qué ese video es tan importante? A continuación, la historia.

Luis Caballero Mejías Paz (Caracas 1903-1959) fue mi padre; ingeniero y profesor dedicó su vida al estudio y la docencia en la Venezuela de mediados del siglo XX, dejando aportes importantes en el área de la investigación.

Inició sus estudios en el Colegio Francés de Caracas y en el año 1925 partió a Santiago de Chile para estudiar en la Escuela de Artes y Oficios de esa ciudad, obteniendo el título de Técnico Mecánico en 1929. Posteriormente culminó sus estudios de Ingeniería en Estados Unidos. Al leer esto en Wikipedia me siento como si examinara la vida de un personaje importante y olvido por momentos que se trata de mi padre. ¿Pero porque es importante? Simplemente por la arepa: un tipo de pan que consumen cada día millones de venezolanos y colombianos.

En aquella época, el proceso de molienda del maíz era muy complicado e implicaba una serie de pasos muy laboriosos.

En 1949, como pasatiempo, mi padre comenzó a trabajar en el proceso que le permitió crear harina de maíz precocida y deshidratada, la misma que todavía se utiliza hoy en día. También inventó y diseñó la máquina para producirla.

La patente le fue otorgada en junio de 1954 y con la marca ‘La Arepera’ la lanzó al mercado. pero no tuvo el éxito esperado.

Después de un par de años de enfermedad, en 1959, mi padre murió y la fábrica cerró.  Un año después, en 1960, Empresas Polar lanzó al mercado la “Harina Pan”. El producto se hizo muy popular por el enorme ahorro de tiempo en la elaboración de arepas y por su excelente calidad. Tan popular que terminó en Times Square para la celebración de su sexagésimo aniversario. (ver video a pie de página)

Mi padre era un funcionario público. Desde siempre interesado en el bienestar de la parte más pobre y sencilla del país.

En ese tiempo los estudios profesionales se obtenían solo mediante un título universitario, lo que era un sueño imposible para gran parte de la población menos acomodada. Los cursos de los institutos técnicos no eran reconocidos; él se empeñó en cambiar las cosas y el gobierno aprobó su propuesta que incluía cursos de estudios superiores que una vez finalizados, permitían fácil acceso al mundo laboral con un diploma.

Alexander Calder, famoso escultor estadounidense

La idea de conceder los amplios espacios de la escuela técnica a Alexander Calder (escultor estadounidense famoso por sus esculturas exhibidas en los museos más famosos del mundo) para la ejecución de sus obras fue muy gratificante. La relación entre ellos no fue de amistad sino de profunda estima recíproca. Durante su estadía en Venezuela, Calder regaló a mi padre varias obras, entre ellas recuerdo unos pequeños “móviles” en casa, así como una especie de carretilla en forma de toro, tamaño natural.

La mayor evidencia de su paso por Caracas se encuentra en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (Patrimonio Cultural de la Humanidad). Se trata de los Platillos Voladores (las Nubes de Calder) una de las tantas obras que el arquitecto modernista Villanueva obtuvo de grandes artistas como Vasarely, Arp, Pevsner y Léger entre otros, como contribución para su proyecto.

Si bien lo perdí siendo muy niña, el recuerdo de mi padre siempre estuvo presente en mi vida a través de los relatos de mi madre. Ya, más adulta, he podido darme cuenta de su importancia como persona y del legado que ha dejado a nuestro país.

Clementina Caballero Pereira, graduada en Turismo y traductora en varios idiomas.

Vivió 12 años en Italia (1984-1996). Durante ocho años estuvo trabajando como Agregado en el Consulado General de Venezuela en Milán. De regreso a Caracas ha trabajado para diversas compañías petroleras.


Aquí pueden ver el enlace original : https://www.oltreimuri.blog/?s=mais

2 comentarios

  1. NEIDA DÍAZ

    Este Blog me parece un merecido homenaje a la memoria de un venezolano notable como Luis Cabalero Mejía.
    Su legado a la educación técnica industrial debe ser reivindicado y retomado, como política pública, para crear oportunidades de formación técnica y preparación para el empleo joven que les abra el acceso a modos de vida profesionalizada y bien remunerada como herramienta para escalar mejores estratos sociales.
    Me parece interesante y esclarecedor conocer de primera fuente (su hija) que su familia nunca obtuvo ningún beneficio monetario por la venta no materializada de la patente registrada por este científico por el invento de la harina de maíz precocida, instantánea y lista para hacer nuestra querida arepa.
    Asimismo, sus aportes técnicos e inventos en otros ámbitos de aplicación para los astilleros y bomberos de Venezuela, así como para crear aparatos de supervivencia (diálisis), además de sus vínculos con artistas internacionales en el desarrollo de las Artes a nivel nacional debe haber sido retroalimentador.
    Es importante que apoyemos la divulgación de la obra de venezolanos como este que pueden ser considerados héroes de nuestra CIVILIDAD en épocas en las cuales la FUERZA MILITAR prevalece.

  2. Jocelyne Ramniceanu

    Que hermoso homenaje Clementina. Tú papá fue el creador de la harina que usamos para la famosa arepa que todos los venezolanos apreciamos. Honor a Luis Caballero por todo lo que hizo y nos dejó. Su memoria queda enaltecida por este Blog que su hija dejó en su memoria.

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