“La Escuela Técnica Industrial que forma parte del conjunto de la Ciudad Universitaria de Caracas, tiene una capacidad de 1.200 jóvenes aprendices y ocupa un área de 11,5 hectáreas en vías de reforestación.
Esta escuela profesional, alejada del tráfico general del conjunto, comprende unos elementos muy definidos; los talleres y clases ubicados contiguos a la entrada y adyacentes a la zona verde destinada a los deportes y el internado, cerca de los jardines y sitios de descanso; todo el conjunto debidamente orientado y protegido del ruido en una zona privilegiada.
El objetivo de la escuela es preparar operarios especializados en los siguientes oficios:
Mecánica, Electricidad, Plomería-Hojalatería, Fundición, Carpintería-Ebanistería, Herrería-Cerrajería y Técnicos en: MECÁNICA, ELECTRICIDAD Y QUÍMICA.
Posee instalaciones para preparar y lo hará en un futuro no lejano, Ingenieros en estas especialidades, así como también en otras que las necesidades del país lo requieran. Por otra parte se propone preparar un elemento intermedio entre el modesto obrero y el Ingeniero o Arquitecto, que podría llamarse aparejador y que hiciera las veces del Técnico en estos menesteres.”
El texto anterior viene de un reportaje publicado en la revista Cruz del Sur, octubre de 1954, el cual tenía un apartado en la parte central dedicado a la arquitectura.
Una de las grandes preocupaciones que manifestó Luis Caballero Mejías a lo largo de su desempeño como Director de la Escuela Técnica Industrial de Caracas y como Asesor de las escuelas fundadas en el resto del país, era la de contar con una óptima plantilla profesoral y con una infraestructura adecuada a los nuevos tiempos, dotadas de los mejores materiales didácticos, equipos y maquinarias acordes a sus necesidades; brindando al mismo tiempo una sana alimentación, servicio médico, deportes y otras actividades lúdicas a su población. Consideró incluso la posibilidad de tener dormitorios para los estudiantes y profesores del interior del país, con el fin de evitarles el esfuerzo y costo que implicaba movilizarse y alojarse. Concebía que un alumno y un docente que estuviera en buenas condiciones de salud y bien alimentado, tendría un mejor rendimiento, al concentrar toda su atención en el aprendizaje minucioso del manejo de maquinarias especializadas lo cual, a su vez, minimiza los riesgos en su operación.
Uno de sus grandes logros fue la inclusión de esta institución en los planes de la UCV pues consideraba que la educación técnica tiene la misma relevancia y complejidad para lograr la preparación y desempeño en el mercado laboral que las carreras universitarias, con la ventaja que inserta a los profesionales al mundo laboral más rápidamente.
Alguna de las diversas reseñas que tuvo la escuela en medios impresos.
Importante visita del profesor Mario Marconi, quien vino al país para realizar convenios de intercambios entre Venezuela e Italia, reflejando así el nivel de excelencia de la ETI para ese momento.
Algunos alumnos de la ETI no eran ajenos a las protestas de carácter político que se estaban suscitando en el mundo estudiantil; su director Luis Caballero Mejías abogó por ellos y por esta razón fue destituido. El alumnado de la ETI y de otras escuelas técnicas del país realizó protestas y envió comunicados a las autoridades para que le fuera reintegrado su puesto. Su despido repercutió mucho en el ánimo de Caballero Mejías. Posteriormente, debido a un problema grave de salud, tuvo que abandonar la posición que ocupaba en el Ministerio de Educación como Director de DARINCO (Dirección de Educación Artesanal, Industrial y Comercial), cargo éste que le había sido asignado recién instaurada la democracia en 1958.
En el año 1972 el gobierno de Rafael Caldera cierra la ETI de manera definitiva al donar sus instalaciones a la Facultad de Ciencias de la UCV, dando así un golpe mortal a la educación técnica industrial del país. Quedó así sellada la historia de la Escuela Técnica Industrial en Venezuela
En los países industrializados existen actualmente escuelas técnicas o tecnológicos con el mismo concepto de la ETI en Venezuela los cuales forman profesionales técnicos que se incorporan temprano al ámbito laboral y que tienen acceso a mejores medios de vida de progreso y desarrollo.