Marianella Abadi Abilahoud

Ingenioso inventor, incansable enseñante, pilar de las Escuelas Técnicas Industriales de Venezuela.

Si bien, la gran mayoría asocia el nombre de Luis Caballero Mejías al invento de la Harina de Masa de Maíz o  Masa de Maíz Deshidratada, indiscutible aporte para la cotidianidad de todos los venezolanos, este ilustre caraqueño, nacido el 12 de diciembre de 1903, se destacó como docente dedicado a la investigación y enseñanza en la rama técnica, creador e impulsor de la educación industrial en Venezuela, además de seguir su espíritu científico que le permitió desarrollar diversos inventos.

Se graduó de Técnico Mecánico en la Escuela de Artes y Oficios de Chile y posteriormente de Ingeniero Mecánico en Estados Unidos.  En 1930 es nombrado jefe de Talleres del Astillero Nacional ubicado en Puerto Cabello, donde permanece hasta 1935 cuando es nombrado Director de la Escuela de Artes y Oficios para Hombres de Caracas, la cual posteriormente cambió su nombre a Escuela Técnica Industrial en 1936. Caballero Mejías estuvo al frente de la dirección por más de 20 años.

Durante su permanencia como Jefe de Talleres del Astillero Nacional, Luis Caballero Mejías logra organizar, mejorar y conseguir maquinaria para la institución. Su labor en los talleres fue siempre reconocida, apreciada y públicamente expresada por Tomás Pacanins,  Director General de Talleres, en los informes anuales entregados al Ministerio de Guerra y Marina de la época, muchos fragmentos de éstos publicados en prensa. https://www.luiscaballeromejias.com)

Si bien la Escuela Técnica ya existía, creada durante el gobierno de Guzmán Blanco en el marco del decreto de educación gratuita, su excelencia  y prestigio nacional e internacional lo alcanzó bajo la dirección de Luis Caballero Mejías, quien desde el inicio se empeñó en ofrecer educación y capacitación de nivel a las personas que no podían optar por la educación superior, logrando así que el gobierno aprobara una reforma en el pensum que permitía elevar el grado de las credenciales de los egresados.

 La Escuela Técnica Industrial rápidamente alcanzó renombre internacional  por la calidad de los profesionales egresados, por incorporar nuevas tecnologías y métodos de enseñanzas, por los convenios de cooperación logrados con diversas escuelas estadounidenses para intercambios de pensum, prácticas docentes y pasantías para los alumnos;  potenciando así el nivel educativo de la institución. 

La Escuela Técnica Industrial ofrecía en horario diurno y nocturno las siguientes cátedras: física, química, dibujo lineal y técnico, geometría, inglés, castellano, álgebra, educación física, aritmética, geografía, artes gráficas, fundición y herrería, carpintería y modelería, linotipia, automovilismo, petróleo y mecánica práctica.

Durante el gobierno de Isaías Mediana Angarita se decide la creación de la Ciudad Universitaria, encomendando su concepción, dirección y diseño al arquitecto Carlos Raúl Villanueva. El proyecto contempló un nuevo recinto para la Escuela Técnica Industrial como institución de educación de tercer nivel vinculada con la rama de la ingeniería que formase profesionales en carreras técnicas más cortas que las universitarias.  Así, la Escuela Técnica Industrial se mudó del centro de Caracas a su nueva sede inaugurada el 3 de junio de 1949, ocupando un área de 11.5 hectáreas,  con capacidad para 1.200 jóvenes.  La nueva sede contaba con área de aulas de clase y oficinas administrativas, talleres, áreas de dormitorios para alumnos y profesores foráneos, comedor, cocina y depósito de alimentos, área de servicio médico, auditorio, biblioteca, áreas de esparcimiento y deporte. https://www.luiscaballeromejias.com)

Los amplios espacios de la Escuela Técnica Industrial fueron concedidos al famoso escultor estadounidense, Alexander Calder para la realización de sus obras, entre ellas las icónicas nubes de Calder que engalanan el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, Patrimonio Cultural de la Humanidad.

En 1954 la Escuela Técnica Industrial se le da el nombre de Luis Caballero Mejías honorando al profesional que siempre consideró que la educación técnica tiene la misma relevancia y complejidad para lograr la preparación en el mercado laboral que las carreras universitarias, con la ventaja que inserta a los profesionales en el mundo laboral más rápidamente.

El Ingeniero Igor Salomón Mendible, egresado de la Escuela Técnica Industrial, relata en conversación telefónica, el 27 mayo de 2024, que la formación recibida en dicha institución era de altísima calidad. Comenta que tanto la infraestructura, como los talleres y laboratorios, el pensum y los profesores eran de primera línea… “es más los laboratorios de la Escuela Técnica estaban mejor dotados que los de la Universidad Central, yo después de graduarme de química en la Escuela Técnica, me gradué de ingeniero en la Universidad Central”. Explica que la Escuela contaba con un ciclo básico con una duración de dos años, al finalizar el mismo los estudiantes egresaban como peritos y podían entrar al mercado laboral, o continuar por dos años más para egresar como técnicos.

 Insiste que la preparación impartida en la Escuela estaba diseñada especialmente para que los egresados pudiesen incorporarse de inmediato y con facilidad al mercado de trabajo, ya que les enseñaban disciplinas como derecho laboral y cívica. Prosigue contando que precisamente en la Escuela Técnica se formaron gran parte de  quienes fueron directores de las empresas del Estado hasta hace 20 años aproximadamente. De igual manera comenta que en la Escuela se discutían los proyectos importantes de la Nación antes de ser presentados a las autoridades competentes, tal es el caso del proyecto de explotación de la faja petrolífera del Orinoco.

En los talleres de la Escuela Técnica Industrial incluso se imprimían y editaban libros, Magníficas ediciones de Libros Venezolanos han Salido de la Escuela Técnica Industrial, así se titula un artículo del diario El Tiempo, Diario de la Tarde, en su edición del martes 1 de septiembre de 1942, en el que se comenta las ventajas de la iniciativa de Ministerio de Educación  y la eficacia de los Talleres Gráficos de la Escuela. El texto cita varias de las obras impresas, entre ellas: Examen de la Geografía de Venezuela por Agustín Codazzi y Viaje a las Regiones Equinocciales de Nuestro Continente por Alejandro de Humboldt.

El maestro Chelique Sarabia, famoso compositor de Ansiedad, estudió Petróleo en la Escuela Técnica Industrial de Caracas desde 1954, así lo dejó por escrito en su libro Mi Propio yo… en este país; publicado al año de su fallecimiento en 2023.  Su viuda, María Jesús Cifuentes de Sarabia,  hija de la recordada  Ana Teresa Cifuentes, La Perfecta Ama de Casa, quien con sus libros y  programas de televisión contribuyó a forjar la historia culinaria de Venezuela, comentó en conversación telefónica el 29 mayo de 2024, que su esposo dejó el manuscrito listo y luego a ella le tocó publicarlo. En el libro, el maestro Chelique cuenta que llegó a la Escuela Técnica a los 14 años, que por una situación particular se encontraba sin casa, durmiendo en los jardines de la Escuela, fue descubierto y llevado ante el director…“Luis Caballero Mejías escuchó mi historia pacientemente y lejos de expulsarme (él era el director),  me consiguió una beca. De lunes a viernes en el internado, sábados y domingos me llevaba a su casa, me daba clases de Dibujo Técnico y Matemáticas, y por las noches, en la cena, le contaba a la señora Patria, su esposa, los adelantos que con el Dr. Salomón De Lima y los muchachos de la Escuela estaba obteniendo, en los experimentos para hacer una Harina de Maíz Precocida y enriquecida con vitaminas A y D, que para ese entonces no existía”. 

Prosigue el maestro con sus recuerdos de la cercana relación que mantuvo con Caballero Mejías.  “Un día me atreví a contarle al Dr. Caballero que yo también era músico y que hacía canciones (ya tenía unas cuantas)… A la semana siguiente estaba fundando la Estudiantina de la Escuela Técnica a la que al poco tiempo compuse un vals, que mis compañeros lo tildaron de Himno”. En cuanto a la famosísima canción Ansiedad que cuenta con más de 800 versiones, siendo una de las más icónicas la de Nat King Cole en 1959,  Chelique Sarabia, relataba que el día de su cumpleaños número 15 se encontraba solo por la Plaza Bolívar.  “… el cine Principal, en su marquesina anunciaba en cine continuado Ansiedad, una  película mexicana con Libertad Lamarque y Pedro Infante…no recuerdo exactamente cuántas veces vi la película, haciendo tiempo para volver al internado. Tan solo hoy puedo precisar que su trama no tiene nada que ver con la letra de la canción que escribí a tempranas horas de esa misma noche, en el balcón del cuarto individual de la Escuela Técnica Industrial, el cual se me había adjudicado gracias a que tenía actividades importantes en la vida social y cultural de la Escuela, aparte de mis responsabilidades académicas”.  Cifuentes de Sarabia cometa que su esposo le contaba que el Dr. Caballero Mejías siempre había creído en su talento para la música y lo apoyaba, además de representar una figura paterna para él.

Los recursos de la industria petrolera permitieron la creación de otras sedes de la Escuela en distintos estados del país diversificando las especialidades dependiendo de las prioridades productivas de cada región. A finales de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el ingeniero Luis Caballero Mejías fue destituido de su cargo de director de la Escuela Técnica por abogar por alumnos que eran ajenos a las protestas de carácter político. En 1973 el gobierno de Rafael Caldera cierra la Escuela Técnica de manera definitiva y dona sus instalaciones a la Facultad de Ciencias de Universidad Central.

Luis Caballero Mejías, docente insigne trabajó incansablemente por la educación, ocupando diversos cargos como profesor y decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela, así como Director de la Dirección de Educación Artesanal, Industrial y Comercial de Ministerio de Educación. De igual manera,  recibió varias condecoraciones, entre ellas, la medalla de Instrucción Pública y la orden Andrés Bello.

Después del deleite de conocer un poco más a profundidad el admirable trabajo de Luis Caballero Mejías en el campo de la educación industrial, hacemos repaso a uno de sus más geniales inventos.

 Consciente del tedioso trabajo que había que realizar para elaborar la arepa, tuvo la inquietud de acortar el mismo, conociendo el procedimiento tradicional comenzó a hacer pruebas, cuyas muestras le daba a probar a su suegra, una excelente cocinera. Finalmente dio con la fórmula que patentó, la cual consiste en una harina muy maleable, deshidratada, fortificada y de fácil preparación.

El 4 de junio de 1954 el Ministerio de Fomento concede la única patente que se conozca al invento Harina de Masa de Maíz o Masa de Maíz Deshidratada con el N° 5176 según aparece en el Boletín de la Propiedad Industrial y Comercial de Venezuela N° 271, año XXIII, en la página 239.

Posteriormente el 25 de junio de 1956  creó la empresa La Arepera C.A.  otorgándosele para 1957 el registro  con el N°1-2064-156. La empresa se describía como un establecimiento mercantil e industrial, dedicado a la elaboración, envasado, compra y venta de toda clase de alimentos. En 1958 creó una marca para comercializar la harina La Arepera quedando registrada bajo el N° 33508. El producto fue comercializado a través de la firma La Arepera C. A. con el nombre de La Arepera. Ésta no obtuvo el éxito esperado, sus socios, Eduardo Antonini Moya y Omar Quintero Uzcátegui, acordaron liquidar la empresa a mediados de 1959, comenta Clementina Caballero Pereira, hija del Ingeniero Luis Caballero Mejías, en conversación presencial el 24 de mayo  de 2024. De igual manera, Caballero Pereira afirma que su familia jamás vendió la mencionada patente, por ende nunca percibió dinero alguno por ello. En esa misma fecha hubo una reforma en la ley venezolana vigente, la cual eliminaba la posibilidad de registrar patentes en los rubros de alimentos y bebidas.  A finales de ese año, el 12 de octubre de 1959 fallece el Ingeniero Caballero Mejías. El año siguiente en 1960 Empresas Polar lanzó al mercado la Harina Pan, el producto se hizo muy popular por su excelente calidad y el ahorro de tiempo en la elaboración de las arepas.

Bibliografía

Cifuentes de Sarabia, MJ. 29-05-2024, conversación telefónica. Caracas, Venezuela.

Caballero Pereira, C. 24-05-2024, conversación presencial, Caracas.

Caballero Mejías, L. (s.f)  (https://www.luiscaballeromejias.com)

Fuenmayor Villasmil, A. (1981). Luis Caballero Mejías en Educadores Venezolanos, Meneven. Caracas, Venezuela.

Salomón Medible, I. 27-05-2024, conversación telefónica. Caracas, Venezuela.

Sarabia, C. (2023). Mi propio yo . . en este país. Little French Media LLC

s.a. Magníficas ediciones de Libros Venezolanos han Salido de la Escuela Técnica Industrial. El Tiempo, Diario de la Tarde, 1 de septiembre de 1942, Caracas.

@marianella_abadi

Consultora enogastronómica. Miembro del Consejo Directivo de la Academia Venezolana de Gastronomía.

Artículo publicado en el libro  “Una arepa para el futuro” (2024), de Ximena Montilla Arreaza.